Piensa bien tus palabras antes de decirlas. Cuídate de no pecar con tu lengua. “Oh ¿Señor coloca un freno a mis palabras y un candado a mis labios para que no te ofenda con mi hablar.” (Sal. 141)
Antes de abrir la boca conéctate con el cerebro. Hablemos menos y seremos felices. (Bonamin)
Aviso en el parachoques de un auto: “Que Dios me conceda paciencia, pero en este momento”.
No deje para mañana lo que dejó para hacer hoy.
Si eres generoso con el necesitado y no le haces esperar tus ayudas, también el Señor Dios será generoso contigo y te resolverá muchos problemas. (Ecl. 29)
Un rico le dice a la Madre Teresa de Calcuta: “Si Dios es tan generoso y tan rico, ¿por qué no les ayuda directamente a los pobres? – La Madre Teresa respondió: “Para ayudar a los pobres, Dios lo hizo rico a Used”. El otro se conmovió antes este mensaje le dio una generosa ayuda para sus miserables.
La Madre Teresa de Calcuta decía a quien estaba bien de salud: “Tienes que amar a Jesucristo como Él te ama a ti. Lo más grave para la gente es carecer de amor. Debes prodigar amor a los que están en situación angustiosa. Y a cada enfermo le aconsejaba: “No dejes nunca de sonreír. Los dolores por dentro, pero por fuera una muralla de sonrisas.”